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"Las enseñanzas virtuales que cumplan con una evaluación de calidad deben recibir un sello iberoamericano que las avale"
Alberto Dibbern, secretario ejecutivo de SIACES, defiende la necesidad de garantizar el reconocimiento de los títulos en el Espacio Iberoamericano del Conocimiento

La calidad de las enseñanzas universitarias a distancia figura como uno de los puntos destacados en la agenda de los sistemas de educación superior en esta nueva era en la que la formación online ha cobrado una fuerza inesperada. Ya en el mes de febrero, en el marco de la reunión de ministras, ministros y altas autoridades de Educación Superior celebrada en La Habana (Cuba), se puso de manifiesto rápido el avance de las tecnologías y los servicios digitales en la universidad y la necesidad, en este contexto, de poner en marcha estrategias para impulsar los procesos de transformación digital y asegurar la calidad de las enseñanzas virtuales.

El Sistema Iberoamericano de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (SIACES) es el organismo encargado de reforzar esa necesaria colaboración entre países y establecer criterios compartidos de acreditación y titulación. Por ello, hemos querido conocer la situación y las claves de esta coordinación de la mano de su secretario ejecutivo, Alberto Dibbern.

-La crisis sanitaria ha obligado a las universidades y a los diferentes sistemas nacionales de educación superior a acelerar un proceso de transformación de las enseñanzas hacia modalidades online o mixtas que ya se venía produciendo desde hace años. ¿En qué situación diría que nos encontramos, en general, dentro del Espacio Iberoamericano del Conocimiento? ¿Hemos llegado con los deberes hechos?

-La situación actual es consecuencia de las necesidades producidas desde el comienzo de la pandemia COVID 19, no podemos decir que las instituciones estaban preparadas para dar una respuesta perfectamente organizada en el EIC, pero lo que es seguro es que el esfuerzo realizado ha sido enorme y en general ha permitido que un gran número de los estudiantes haya recibido desde su institución universitaria la posibilidad de dar continuidad a sus estudios, quizá en algunos casos en forma parcial y con dificultades, pero el esfuerzo se está realizando. No podemos decir que los deberes están hechos, pero en muchos casos el esfuerzo y el aprendizaje de docentes y estudiantes ha sido enorme. Creo que aún falta un camino por recorrer ya que en el EIC el regreso de las actividades universitarias presenciales, sobre todo en América Latina, aún esta distante.

-¿Diría que las universidades han sido más o menos capaces de ofrecer respuestas rápidas y eficaces en este nuevo contexto?

-La respuesta es inesperada, nunca imaginé que en tan poco tiempo, por supuesto con déficit y defectos, pero ante una situación crítica se haya tenido la capacidad de generar una nueva alternativa que solo era una opción con baja incidencia.

-¿Cuáles deben ser los criterios básicos en la oferta y evaluación de la calidad de estas modalidades?

-Los criterios básicos están relacionados con las plataformas a utilizar, los contenidos curriculares incorporados, la posibilidad de acceso fácil, la interacción entre los profesores y estudiantes, la capacidad y seguridad de los procesos de evaluación, el cuerpo académico y los tutores, el seguimiento de la actividad docente. En el marco de SIACES están aprobados los criterios para la evaluación de la calidad de las ofertas virtuales, lineamientos que cuentan con la aprobación de los máximos responsables de la Educación Superior en la Reunión de La Habana 2020, y cuya utilización SIACES promueve en el EIC para garantizar la calidad de la oferta virtual, que seguramente en muchos casos será permanente.

-¿Podemos aspirar a su aplicación en los diferentes países para que haya un reconocimiento efectivo de los títulos?

Es una necesidad que esto ocurra, que las carreras que se ofrezcan en forma virtual en el EIC y que cumplan con una evaluación de su calidad en el marco de los lineamientos que SIACES ofrece reciban un “sello iberoamericano” que así lo avale. No solo esto es importante para que los futuros títulos sean reconocidos entre países del EIC, sino que también es necesario para que los estudiantes tengan garantía de que el esfuerzo que se realiza tenga como resultado una formación y título que otorgue las competencias necesarias para el futuro desarrollo profesional.

-¿Cuáles son los mayores obstáculos y desafíos que nos encontramos?

-El desafío que se le presenta al Sistema de Educación Superior se basa en que lo virtual no será una instancia alternativa sino que, seguramente, se establecerá como una modalidad habitual y, en muchos casos, complementará la oferta presencial. Ante esta situación, los gobiernos, las universidades y las agencias de aseguramiento de la calidad deberán rápidamente establecer como norma la necesidad de garantizar que las ofertas cumplan con las normativas que se establezcan. Otro desafío importante resulta de la necesaria capacitación y la adaptación de los profesores a las nuevas herramientas, y la búsqueda con los expertos en tecnología de la metodología que permita incluir en las ofertas la posibilidad de realizar prácticas virtuales que realmente permitan la incorporación por el estudiante de habilidades complejas. De no ser posible en los tiempos actuales la enseñanza dual permanecerá en determinados programas. Por último, y en este aspecto, las instituciones deberán estar en la cima de la actualización de tecnologías, ya que el avance de las mismas es tan rápido que no se deben permitir la posibilidad de que los usuarios las consideren perimidas.

-¿Sería deseable una mayor cooperación de las instituciones de Educación Superior en este sentido?

-La cooperación institucional ha sido y es importante. En esta realidad no solo trasciende para el intercambio de experiencias, sino que se permitirá profundizar en aspectos como la doble titulación, las titulaciones compartidas, el aumento de profesores visitantes, la movilidad virtual de los estudiantes, etc. En el uso de las tecnologías estará la posibilidad de crear un nuevo camino para las redes interuniversitarias, en muchos aspectos se romperán las barreras burocráticas que hacen hoy que el EIC no se desarrolle con la visibilidad necesaria en comparación con espacios de otras regiones.

-¿Qué iniciativas se han llevado a cabo en el espacio iberoamericano, por ejemplo en cuanto a la creación de grupos de trabajos, el análisis de los estándares académicos…?

-En el EIC se está trabajando bien en el desarrollo de la “nueva normalidad”. Ya han sido aprobados por las máximas instancias de los gobiernos reunidas en La Habana en febrero de 2020 los Criterios de Acreditación de los Programas Virtuales, presentados por SIACES.  Se propone la implementación de un Sello SIACES Iberoamérica, que de respaldo a la garantía de calidad de los programas que sean acreditados con los criterios mencionados. Se impulsa un programa de movilidad virtual estudiantil en el EIC. Se ha profundizado el intercambio de las experiencias que los países integrantes del EIC han logrado ante lo sorpresivo de la situación y la necesidad de brindar urgentes respuestas. La gran mayoría de las Agencias Nacionales de Aseguramiento de la Calidad pertenecen al espacio SIACES y desde allí se coordinan las acciones necesarias para armonizar una realidad que ha llegado para permanecer, me refiero a la virtualidad, y en la cual se debe garantizar la calidad y fortalecer los caminos que permitan reconocerla, permitir movilidad con aceptación de tramos académicos, presencia de profesores visitantes en las ofertas y reconocimiento mutuo de tramos académicos y títulos o diplomas.

Alberto Dibbern, secretario ejecutivo de SIACES (Foto: AUIP)