Lucía Escalante (Mar de Plata, Argentina) se graduó en 2015 como abogada en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, institución académica de la que en la actualidad es docente en la cátedra de Derecho Político y donde cursa sus estudios de doctorado. Actividades que compagina con su participación, desde hace siete años, en el grupo de investigación “Pensamiento Crítico”, del Centro de Investigación y Docencia en Derechos Humanos Dra. Alicia Moreau (CIDDH), así como con una beca del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) por el Programa Estratégico de Recursos Humanos en Investigación y Desarrollo. A todo ello se suma su empleo en el Poder Judicial de la Nación, donde desempeña funciones en el Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional n° 3 de Mar del Plata.
La joven argentina ha sido, por otro lado, una de las becarias seleccionadas para realizar una estancia de investigación doctoral de tres meses en el marco del Programa de Becas de Investigación de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB)-Fundación Carolina, que ha podido desarrollar en el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), bajo la dirección del profesor Javier Dorado Porras.
La oportunidad surgió a raíz de las estrechas relaciones e intercambios que mantienen el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas y el CIDDH, creado en el año 2008 a partir de un acuerdo de Cooperación Internacional celebrado con la UC3M bajo el auspicio económico de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), como recuerda la investigadora argentina.
Su proyecto de investigación se centra en las relaciones que existen entre los derechos humanos a la memoria y a la ciudad, mediante el análisis de los lugares de memoria en Madrid. “El derecho a la memoria y el derecho a la ciudad, como derechos humanos emergentes e interdependientes, tienen un carácter emancipatorio y constituyen procesos de lucha para el acceso igualitario y el disfrute de una vida digna de ser vivida, encontrando ambos un posible punto de contacto en aquellas inscripciones espaciales en entornos urbanos que materializan la memoria colectiva y también democratizan el espacio público de las ciudades”, relata.
Su primera experiencia de movilidad internacional ha abierto una puerta para avanzar y concretar su tesis de doctorado en un entorno dedicado exclusivamente a la labor académica, “además de enriquecerme de los conocimientos con los que cuentan los profesores de la UC3M sobre el proceso de justicia transicional de España y toda la bibliografía disponible”. En este sentido, destaca que “la ayuda que me brinda en especial mi director, Javier Dorado, es invalorable, ya que tiene una amplia trayectoria en el estudio de los Derechos Humanos en general y de la Memoria Histórica en España, en particular”.
La investigadora resalta la íntima relación de Argentina y España durante el proceso de “justicia transicional” en ambos países. “El primero, luego del terrorismo de Estado ejercido en el país hasta el 10 de diciembre de 1983, y el segundo tras el fin de la Guerra Civil y del régimen franquista. Es así que, bajo el principio de jurisdicción universal, los jueces españoles, a partir del año 1996, comenzaron a investigar los crímenes de lesa humanidad en Argentina y, en el mismo sentido, años después familiares de víctimas del franquismo denunciaron ante los tribunales argentinos los crímenes cometidos por ese régimen”, prosigue. Y concluye: “En este contexto, investigar el Derecho a la Memoria en España en el marco de mi tesis de doctorado resulta relevante a los fines de avanzar en encontrar conexiones entre ambos países, para finalmente poder realizar un análisis comparativo de las inscripciones territoriales de la memoria en las ciudades de Madrid y Mar del Plata”.
De su estancia en Madrid espera generar y mantener lazos de cooperación en investigación para el futuro tanto a nivel personal como para el CIDDH de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Y es que Lucía Escalante se muestra convencida de que “los lazos y la colaboración en el Espacio Iberoamericano son de vital importancia, especialmente a partir del pasado común que une a España con los países de Latinoamérica, lo que hace que aún hoy existan entre ellos numerosos puntos de contacto en diferentes y diversos campos del conocimiento”. Y defiende el enriquecedor intercambio de experiencias para ambas partes, que “ofrece la posibilidad de construir y promover una agenda compartida que tenga como fin llevar adelante los Objetivos para el Desarrollo Sostenible”.
De esta manera, puntualiza, “las becas que se adjudican y que tienen como objetivo contribuir a la formación y capacitación de estudiantes de posgrado, así como de doctores de los países integrantes de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, en universidades o en centros de investigación españoles o de América Latina, respectivamente, en función de que residan en España o en América Latina, son muy importantes para generar vínculos certeros en materia de cooperación en investigación y su posterior empleo para la acción”.