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“Todos tenemos que aprender del otro y avanzar en nuestros países de la mano"
Abel García viajará de Jalisco a Granada para investigar sobre la formación de agentes de cambio en la universidad

Abel García González tiene 28 años y procede de Atotonilco, un pueblo en la región de los altos en el Estado de Jalisco (México). Licenciado en educación primaria en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco (Guadalajara), trabajó tres años como maestro en un internado público de niñas antes de comenzar su doctorado en Innovación Educativa por el Tecnológico de Monterrey. En su tercer año de doctorado, Abel se prepara para realizar una estancia de investigación en el Departamento de Didáctica y Organización Escolar de Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad de Granada. Tres meses que comenzarán el 8 de marzo del próximo año.

Una colaboración previa en 2019 fue el germen de esta movilidad académica, que hará en el marco de las becas de investigación SEGIB-Fundación Carolina 2020-2021. “Mi asesora de tesis fue investigadora anfitriona en la estancia de un doctorante de la Universidad de Granada. Durante esta estancia colaboramos en proyectos de investigación, así como en más de una publicación en revistas científicas y congresos”, recuerda Abel, quien destaca que, “de esta manera, generamos una red de cooperación, la cual lograré fortalecer con el apoyo de este programa”.

La tesis doctoral de Abel García se encuentra enfocada al diseño de un modelo formativo de agentes de cambio (emprendedores sociales) en la universidad, a través de la promoción de competencias como una soft-skill, de manera interdisciplinar y dentro de la formación profesional.

En este sentido, apunta que el proyecto de investigación en la Universidad de Granada se centra en la exploración de la teoría del aprendizaje experiencial, “como lo es el aprendizaje activo en el desarrollo de competencias de emprendimiento social, entendidas como competencias blandas o transversales que permiten a los estudiantes identificar oportunidades ante los problemas, proponer soluciones, ejecutar acciones sostenibles o trabajar de forma colaborativa”. “Sin la obtención de la beca, esta exploración y vinculación no sería posible”, asume.

La que será su primera experiencia de movilidad académica internacional supondrá también un “parteaguas en mi carrera académica, así como en la esfera personal”. Porque, por un lado, le permitirá ampliar sus redes de contacto y su visión de los problemas de investigación en el campo de la educación. Y, por otro lado, “me permitirá vivir la cultura de un país extranjero y adquirir nuevos conocimientos, así como valorar la diversidad de nuestras sociedades”.

En un futuro en el que espera consolidar su carrera como investigador educativo, Abel García considera necesario “entrar en conflicto con mis propios paradigmas, conocer cómo se hace investigación en otras universidades, las técnicas que utilizan... y así forjar un criterio propio más amplio”. Un aprendizaje con el que aspira a disponer de más herramientas para aportar innovaciones en la solución de problemas educativos.

El joven investigador considera muy importante estrechar la colaboración en el Espacio Iberoamericano, y argumenta, en este sentido, que “en un mundo globalizado, los países Iberoamericanos experimentan dolores y problemas muy similares, que requieren ser solucionados en colaboración”. Aparte del hecho de que “nuestra lengua e historia nos une, es importante estar en constante cooperación en todas las disciplinas del conocimiento científico”. Y concluye: “Todos tenemos que aprender del otro y avanzar en nuestros países de la mano”.